HP, al menos hasta el año pasado, era la compañía que mas PCs vendía del mundo. Es un dato importante, sobre todo teniendo en cuenta quien es su competidor principal y el crecimiento brutal que ha tenido en los últimos años. Me refiero, obviamente, a Apple.
No voy a hablar de producto, solamente tratando el diseño y aspectos superficiales de usabilidad, podríamos estar tres días escribiendo. Vamos a dejarle ese trabajo a los expertos.
HP y Apple disponen de espacios en grandes superficies y especialistas. Normalmente exposiciones sobre mobiliario de la marca que no suelen ocupar mas de cincuenta metros cuadrados. De la misma manera, ambos tienen tiendas propias.
El sistema operativo de Apple no se empleaba de forma significativa en Europa hasta hace bien poco, motivo por el cual las tiendas no llegaron hasta finales del 2010. Quizá por esa falta de competencia, la presencia de HP ha sido siempre mucho mayor en distribuidores y muy poco con sus tiendas. Hoy cuenta en España con dos, contra las diez de Apple.
Los de la manzana se ubican en centros comerciales o en el centro de la ciudades mas importantes. En este segundo caso siempre en posiciones estratégicas, tanto desde el punto de vista de tráfico de clientes como por lo que se refiere a la imagen. Los edificios, con un exquisito diseño arquitectónico, se funden en el «paisaje» para crear un lazo de unión con la marca. Tim Cook decía recientemente que, en el último año, las tiendas se habían visitado prácticamente al mismo nivel que todos los parques temáticos de Disney en el mundo,120 millones de personas.
Hace unos meses estuve en la flagship store de HP en Madrid, en la calle Alcalá. Es probable que mi expectativa fuera un poco alta, por todo lo que contado hasta ahora, pero sea como sea, mi sorpresa fue grande. Y hablo de sorpresa, porque quizá esperas algo mas de una compañía líder en el mundo de la tecnología.
A nivel de fachada es relativamente reconocible, pero desde luego nada extraordinario. Lo primero que se percibe es que no está abierta a la calle, no hay una llamada al cliente, sin barreras, que le invite a entrar, sorprendido quizá por alguna imagen, producto o iluminación predominante.
La textura de madera es lo mas protagonista en el diseño, seguido del color negro para algunos fondos y el blanco para las encimeras. El conjunto le otorga un aspecto serio y sin duda, clásico. Desde fuera, el mostrador recuerda la recepción de un hotel y una vez cruzas la puerta, la sensación se refuerza.
Gran parte de los ordenadores están ubicados en una estantería a la altura de los ojos, lo que dificulta la interactuación e incluso la visibilidad, por mas que lo que se empleen sean estanterías de cristal. Condicionado por el espacio, hay modelos distintos en la misma vertical, con lo que es improbable que dos clientes puedan acceder, en la misma posición a dos diferentes ordenadores.
En definitiva, probablemente sea suficiente pero no es mas que una tienda de informática. Si por exigencias del guión tuviera que comprar un ordenador HP, no me desplazaría allí, me acercaría a un distribuidor. Sin embargo, para comprar un ordenador Apple, sí que me iría a cualquiera de sus tiendas, aun a sabiendas de que lo podría encontrar igualmente en otros lugares mas cercanos. Tampoco me imagino a niños arrastrando de la mano a sus padres para entrar a trastear con las tablets, los mas jóvenes arremolinados alrededor de un ordenador para ver el último video de Justin Bieber o para jugar a Angry Birds, como si no lo tuvieran instalado en sus teléfonos.
Es muy probable que HP ni siquiera tuviera esa intención, luego entonces, lo de flagship store, se le queda un poco grande.